viernes, 24 de abril de 2015

Encuentro interreligioso en Soria

Foto en Soria. Copiada de la página de Facebook de la AAEI
"Pasado el mediodía del sábado se ha celebrado una preciosa concentración juntos cristianos y musulmanes. Ahmed El Boutaybi, presidente de la Comunidad Islámica de Soria, acompañado por muchas personas de su comunidad, y la Asociación de mujeres marroquíes con niños que portaban mensajes de paz y de condena al terrorismo, junto a ortodoxos y católicos, formamos un numeroso grupo de gente que inundamos la plaza de San Esteban y parte del Collado con palabras y gestos de fraternidad, reconciliación y paz. El día era precioso, a pesar del frío reinante estos días, lucía el sol con mucha fuerza y la temperatura era muy agradable.

Se acercaron un grupo de niños y jóvenes de la parroquia de Santa María La Mayor que venían todos unidos sosteniendo una cuerda. Al llegar formaron un círculo con ella que nos unía a todos los presentes, queriendo manifestar con ello el lazo de fraternidad que nos une a todos aquellos que nos reconocemos hijos de Dios.

Dirigiendo el encuentro el P. Ángel Hernández, tras unas palabras de Ahmed y la lectura de un texto que hacía referencia a la voluntad siempre de paz del verdadero musulmán, el P. Gabriel Danila leyó la Palabra de Dios en el pasaje del buen samaritano y el Mandamiento del Amor. A continuación, entre los participantes, leímos el Decálogo de Asís para la paz, a cuyos compromisos nos adherimos todos los presentes. Y, por último, la Asociación de Mujeres Musulmanas leyeron una declaración de condena al terrorismo y denunciaron el afán de los intereses mundiales por enfrentarnos en una falsa guerra de religiones que lo único que causa es dolor, destrucción y muerte, cuando en realidad, todos los creyentes en Dios sólo tenemos ansia de paz y respeto mutuo.
Concluimos haciendo un llamamiento a una libertad de expresión con unos límites bien marcados, siempre y cuando no se ofenda ni insulte a los demás. Por último, unimos nuestras manos durante unos instantes y nos saludamos con abrazos unos y otros con verdadera alegría y emoción.

El té y los dulces que compartimos y el rato de convivencia que disfrutamos todos juntos fueron un signo más de nuestro caminar en la diversidad (que nos enriquece) hacia una meta común, vivir y transmitir, con nuestras vidas, el Amor de Dios en este mundo." Tomado de la página de Facebook de la AAEI